por S. Ancín / photos: theatlanticroad.com
¿“Saltar” de islote en islote atravesando puentes y con la inmensidad del mar Atlántico a tus pies? Es posible gracias a la Atlantic Road, en Noruega, una carretera que aúna en apenas 8,3 kilómetros curvas, desniveles y un paisaje espectacular. Una ruta donde el placer de conducir cobra otro sentido.
La Atlantic Road (Atlanterhavsveien en noruego) es parte de la carretera nacional 64 y une las localidades de Karvag (en la isla de Averøy) y Vevang, Eide (en el continente), en la provincia de Møre og Romsdal. Su fama se debe a que está construida entre pequeñas islas e islotes uniendo este archipiélago natural entre sí a través de varios puentes y acueductos. Algunos de ellos se retuercen para salvar los obstáculos, desniveles y accidentes geográficos del terreno.
A lo largo de la ruta hay ocho puentes y el mayor de ellos es el Puente Storseisundet, con 260 metros de longitud y 23 metros de altura máxima. Destaca por su “ola” sobre el mar, hasta el punto de que es parada obligatoria para todo viajero. En este punto hay un aparcamiento desde el que se pueden sacar unas instantáneas impresionantes del puente y del entorno.
El resto de plataformas son:
- Vevangstraumen Puente: 119 metros de longitud y 10 metros de altura máxima.
- Hulvågen Puentes (3 puentes): 293 metros de longitud y 4 metros de altura.
- Geitøysundet Puente: 52 metros de longitud y máximo 6 metros de altura.
- Tienda Lauvøysund Puente: 52 metros de longitud como máximo y 3 metros de altura.
- Lille Lauvøysund Puente: 115 metros de longitud y máximo 7 metros de altura.
Lugares para visitar
Por el camino hay varios lugares emblemáticos para visitar, como la línea costera hacia Hustadvika, atravesando el estrecho del mismo nombre y que se torna deslumbrante en los días de tormenta; o la iglesia Kvernes Stave, en la isla de Averøy, que data del año 1.300 AC y desde donde se puede contemplar los espectaculares fiordos Kvernesfjord y Freifjord.
Muchos de los amantes del asfalto recorren esta carretera en los meses de otoño, época en la que el mar se enfurece y son muy frecuentes las tormentas e, incluso, los huracanes, lo que provoca que el mar golpee con fuerza los puentes y el agua salte por encima de ellos. Además, dependiendo de la temporada se pueden avistar ballenas, focas y aves.
La Atlantic Road se comenzó en 1983 y no sé inauguró hasta el 7 de julio de 1989, ya que durante este tiempo fueron numerosas las tormentas y 12 los huracanes que destruyeron una y otra vez las obras. Es uno de los enclaves más empleados del mundo para grabar anuncios de automoción, la han nombrado el mejor viaje por carretera del mundo y en 2005 fue votada en Noruega como “obra de ingeniería del siglo”. Igualmente, es patrimonio cultural y ruta turística nacional de Noruega.