Que una conducción eficiente ahorra dinero en combustible y en visitas al taller es bien sabido por todos. Pero las prisas y no estar pendientes del hecho de conducir como tal ocasiona que no tengamos en cuenta unos pequeños trucos que nos van a ayudar a ser mejores conductores y a conseguir reducir los gastos. Estos son:
- El arranque o encendido del coche: lo recomendable es arrancar el motor sin pisar el acelerador. Si el coche es de gasolina, inicia la marcha a continuación. Si es diesel, espera unos segundos y ponte en marcha.
- Aceleración: suave, ágil y progresiva, utiliza la primera solo para arrancar y cambia a segunda a los dos segundos o a los seis metros de arrancar, ya que este es el trayecto que más consume. Los cambios de marcha, en gasolina, se realizan entre 1.500 y 2.500 rpm., y en diesel, entre 1.300 y 2.000 rpm.
- Los “saltos de marcha” ayudan a un uso eficiente de la caja de cambios y consisten en cambiar las velocidades de 2ª a 4ª, de 3ª a 5ª, de 3ª a 6ª, etc. E igualmente para reducir la marcha. Se debe conducir el mayor tiempo posible en marchas largas y a bajas revoluciones.
- Mantener una velocidad estable: llevar una velocidad constante, evitando frenazos y acelerones, ya que los cambio bruscos aumentan el consumo. Es decir, respeta los límites de velocidad.
- Prevención: estar atentos al tráfico y al entorno y mantener siempre una distancia de seguridad consiguen una conducción más eficiente. Así se podrá anticipar a posibles percances que se puedan dar con los peatones, los semáforos u otros vehículos en la carretera.
- Desacelera paulatinamente: en estas situaciones, levanta el pie del acelerador y deja rodar el vehículo por inercia con la marcha engranada. Por lo tanto, se recomienda parar el coche sin reducir previamente la marcha.
- Apagar el motor: si las detenciones se prevén superiores a 60 segundos, es mejor apagar el motor.
Asimismo, hay otros factores como el estado de los neumáticos, la temperatura interior del habitáculo, el sobrepeso del vehículo, un buen mantenimiento periódico de este o el empleo de lubricantes de calidad adecuados a cada motor que benefician en el ahorro de combustible. Con estos hábitos, también ayudarás a minimizar las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Algunos consejos más para vehículos pesados
Cuando se trata de conducir vehículos pesados, como camiones, los consejos para un resultado eficiente son los mismos, pero aquí se añaden otras recomendaciones propias de este tipo de transporte. Estas son:
- Inicio de la marcha: con el motor frío, hay que esperar entre medio y un minuto o el tiempo necesario para que los calderines de freno alcancen la presión adecuada. En este caso, es aconsejable no realizar saltos de marcha hasta alcanzar la temperatura de funcionamiento.
- Con el motor caliente, iniciar la marcha después de arrancar. Hay que evitar las aceleraciones en vacío e incorporarse a la circulación usando la marcha más larga posible. Por ejemplo, se podría dar el caso de incorporarse a la carretera en 5ª o 6ª velocidad.
- Progresión durante la conducción: mantener un número bajo de revoluciones del motor, realizando el menor número posible de cambios de marcha y saltando entre ellas las veces que sean necesarias.
- El conductor deberá mantener las distancias de seguridad más grandes, aprovechar el mayor peso para rodar por inercia con una marcha engranada y realizar los cambios de forma rápida para no perder velocidad. No se debe recurrir al doble embrague.
- En pendientes descendentes: conducir con la marcha adecuada al desnivel teniendo en cuenta los sistemas de frenado del vehículo, la carga que transporta y las condiciones meteorológicas, de tal manera que se haga el menor número de cambios posible.
- Pendientes ascendentes: realizar los cambios oportunos para mantener la mayor velocidad posible.
- Fin del trayecto: al finalizar el recorrido, parar el motor lo antes posible evitando acelerones.