¿Cuánto vale la historia? Un vehículo abandonado a la intemperie en un bosque durante 45 años, en un estado lamentable de conservación y, por supuesto, con un motor y equipamiento que dejaron hace mucho tiempo de funcionar. Un coche en esas condiciones fue subastado en Arizona el pasado 18 de enero por nada menos que 351.000 euros, una cifra imposible de entender de no ser porque se trataba de un mítico Aston Martin DB4. Y seguramente por ser un Aston Martin DB4 en ese estado de conservación, y tener una historia detrás con su parte de misterio.
Empezaremos por el principio: el Aston Martin DB4 seguramente sea uno de los modelos de coche más deseados. Fue presentado en 1958 en el London Motor Show y se vendieron apenas 1.200 unidades durante cinco años, mientras su leyenda se iba formando al pasar por manos de James Bond en Goldfinger (1964). Un modelo de tono deportivo, lujoso en la época y verdaderamente elegante que, hoy se ha convertido en una pieza verdaderamente difícil de encontrar.
Y sin embargo, todo este valor no pareció llamar la atención del último propietario del vehículo que hoy nos ocupa, un hombre que a principios de 1970 lo dejó aparcado en el bosque, al lado de su casa en New Hampshire (Estados Unidos), donde no se volvió a mover ya nunca más.
La historia
Antes de eso, hay algunos datos más del vehículo: fue fabricado en 1960 en Reino Unido (volante a la izquierda, eso sí) y exportado a Estados Unidos, donde fue conducido por Dallas Williams, un doblador de voz que lo mantuvo cuidado durante siete años por las calles de Los Ángeles (California). Entre 1967 y 1972 se le pierde la pista y los motivos de cómo llega a Massachussets, a su último propietario, el hombre que al poco tiempo lo dejaría abandonado en el bosque colindante con su casa. La esposa de este, que ha permanecido en el anonimato, sí dijo recordar paseos con su marido a bordo del imponente vehículo, que en su deterioro, ha permanecido intocable durante casi cinco décadas: incluso los neumáticos son que llevaba entonces.
La exclusividad en sí del modelo y seguramente esta peculiar historia, son las que desataron el precio en la subasta celebrada hace unas semanas: 374.000 dólares (351.560 euros al cambio) es lo que pagó un hombre por este vehículo oxidado, en estado casi ruinoso e inservible para la conducción… pero con una gran leyenda detrás. Ahora se abre un nuevo debate: una rehabilitación a fondo para ponerlo de nuevo a punto o dejarlo tal cual, con todo el peso de la historia disperso en su carrocería. ¿Qué harías tú?